jueves, 7 de agosto de 2008

Amado Ulises

Sólo lo miré detenidamente: me anamoré de su impecable presentación.
Fue un día en esa librería de acostumbrada visita: Librería Chilena.
Me acerqué y con sólo pensar en poseerlo ya era feliz.
No era una cuestión netamente física, era SUPREMO.
Lo traje a mi casa y en cuanto pude comencé a devorarlo.
Era imposible, no me pude resistir al Ulises de Joyce.

2 comentarios:

Orlando dijo...

Debes ser alguien muy tentada.

Me agrada que hayas puesto acá las cosas que escribes, debes mantenerte haciendolo a futuro.


Abrazos.

Orlando dijo...

Oyeee, escribe más cosas po. =)