miércoles, 24 de noviembre de 2010

Insignāre

Me enseñaron que la sonrisa abunda en la cara de los tontos.
Contigo aprendí que también está en la cara de los felices.
Yo creo que ser "inteligente" (ese constructo deleznable) no excluye la posibilidad de ser feliz.
Y si así fuera, elijo ser tonta. (Y feliz).
De qué sirve la inteligencia?, sólo para ser socialmente "aceptado"?, me importa un rábano serlo, quiero mantenerme al margen y estar contigo.
O hacer un acto de máxima inteligencia y elegir ser feliz.
(Contigo. Conustedes).




(Escrito originalmente en Julio 22 a las 8:25pm, ratificado hoy 24 de Noviembre, 1:34am)